miércoles, 26 de enero de 2011

A CONTRACORRIENTE

Desde el año pasado no habia escrito en mi propio blog. Reconozco que he tenido una cierta pereza (supongo que de carácter cíclico) para escribir.
Y han ocurrido varias cosas importantes en las que parece ser que está de acuerdo todo el mundo, y creo que la mayoría no lo estamos, o no deberíamos estarlo.
Algunos ejemplos:
Hace tres años el gasoil y la gasolina alcanzaron sus precios máximos (aparte de ahora) con un barril de petróleo a 140 dólares y un euro a 1,20. Ahora el euro está a 1,37 y el barril a 97, y sin embargo los precios del combustible están desbocados.
¿Qué ocurre? Simplemente: especulación.
Los cereales en estos momentos no están ni mucho menos en una situación peor a la detectada hace varios años. Es decir, la producción mundial respecto a la demanda se mueve en unos parámetros razonables (crisis ucranianas aparte). Sin embargo, los precios se están haciendo difíciles de sujetar y están a punto de saltar por las nubes. Motivo: especulación.
Hace unos meses los bancos pasaron los stress - test (vaya nombrecito), y se dieron prisa para hacer públicos los resultados. Se auditaron todas las entidades bancarias (a diferencia del resto de países que sólo auditaron las que previamente sabían que iban a salir bien) y se puso al sistema bancario español de ejemplo. Meses después los mercados apuntan a las cajas de ahorro, y en el momento que se dice que éstas se van a bancarizar mediante capitalización externa, las bolsas y especialmente los valores bancarios se disparan. Cuando se dice que se va a subir la tasa de capitalización de esas entidades (cosa que no se aplica en ninguna parte de Europa) y que como consecuencia de eso 2 bancos medianos y 4 cajas (entre ellas la Caja Madrid del expresidente del FMI y exministro) tendrán que ser seminacionalizadas al estilo capitalista (es decir, socializando las pérdidas y privatizando las ganancias) las bolsas bajan.
Desde el 1 de enero se ve como un favor que el recibo de la luz sólo haya subido un 10% (las eléctricas dicen que aún pierden dinero). ¿No quedamos que la privatización de las eléctricas traería competencia y por lo tanto repercutiría a favor del usuario? Pues no. Y para colmo dos de ellas ponen como asesores  a expresidentes de España. Y para redondera, uno de éstos además se encargó de privatizar la entidad que él asesora poniendo al frente a uno de sus amigos de colegio y después a un diputado de su mismo partido.
Todo el mundo ve que esto (y otras cosas que podremos seguir poniendo) es normal porque los "mercados" lo dictan.
Pues no. Todo esto no es normal.