martes, 6 de septiembre de 2011

ECONOMISTAS Y CRISIS

Están todos los economistas, políticos, mandamases y asesores totalmente despistados. Y ellos mismos, además, para cubrirse las espaldas, están incurriendo en una vorágine de pesimismo preventivo que es justo el virus necesario para alimentar la gangrena de la crisis económica. Lo curioso es que parece que no advierte nadie que son ellos, los que han dado por bueno todo el sistema neoliberal imperante, los que nos dan más recetas neoliberales para volver a caer en lo mismo. Después de tres años de crisis y de soluciones de bisturí, resulta que ahora viene la flamante directora del FMI, la señora Lagarde, a decirnos que viene otra recesión.

Tendrán que pensar entonces que a lo mejor las recetas que dan no son la solución. Habrá que pensar en otras ideas. A mí se me ocurren algunas: Crear un mercado de valores basados en los resultados empresariales de las empresas productivas, diferenciado del mercado especulativo. Crear un sistema impositivo, al menos europeo, sobre transacciones de capital. Ahogar los paraísos fiscales. Crear un espacio fiscal europeo único, con un presupuesto derivado de ingresos directos y no derivados de los distintos estados, fortaleciendo a su vez la unidad política europea. Asegurar el derecho de los ciudadanos a una renta mínima en las distintas constituciones europeas, y por supuesto en la constitución europea general. Asegurar los derechos laborales en todas las partes del mundo, exportando el modelo de bienestar social que a los europeos tantos siglos nos ha costado conseguir. Aumentar la productividad y la economía micro mediante pequeñas sociedades de capital – riesgo que anime a los enmprendedores. Crear sociedades públicas estratégicas que compitan “positivamente” contra los especuladores en los sectores fundamentales: banca, energía, alimentación, comunicaciones,...
Algo tendrán que hacer, porque el mundo NEOCON sólo funciona para los que más tienen y mejor especulan. Y los ciudadanos no nos podemos ni debemos creer sus recetas, ahora menos que nunca, porque son ellos quienes han originado la crisis y quienes no pueden solucionarla.