viernes, 17 de septiembre de 2010

OBRAS Y MÁS OBRAS

Recuerdo que en los primeros años de la transición tras las elecciones democráticas eran tantas las carencias de infraestructuras que había en los ayuntamientos, que programa electoral tras programa electoral se incluían obras y más obras, recogiendo las lógicas demandas de los vecinos.
Recuerdo Zaragoza entonces, donde no había centros de cultura, deporte o incluso faltaban centenares de calles y plazas sin asfaltar.
Los ayuntamientos fueron los primeros que resolvieron los problemas de los ciudadanos en materia social. Cuando no existían las administraciones autonómicas, y el estado no tenía servicios sociales en su organigrama, fueron las entidades locales las que empezaron a trabajar en asistencia social. Y también en infraestructura deportiva y cultural. Y se fueon creando centros de día, de la tercera edad, polideportivos, parques nuevos, depuradoras, casas de cultura, nuevos edificios administrativos, ...
Pero claro aquí llegamos a la paradoja actual. Todos esos nuevos equipamientos deben ser mantenidos, y ahí es cuando entra a escena el "gasto corriente". Por cada edificio público nuevo hay una nueva partida de gasto corriente, llevada al maldito por algunos "capítulo I".
Y mientras, la financiación local no se ha resuelto. De suerte que los políticos siguen proponiendo grandes obras para hacerse la foto y poder inaugurar, y a la vez no cuentan con financiación suficiente para mantenerlos. Y la oposición igualmente siempre reclama "ajuste" en el capítulo I, es decir, en gastos corrientes y de funcionamiento, achacándolos indefectiblemente a la mala gestión.
Y puede ser que haya mala gestión, esa se deberá mejorar, pero lo que hay de fondo es una mala financiación.

No hay comentarios: