Frente a lo que normalmente se suele decir desde círculos ultraconservadores de las reuniones de té y análogas, en estos momentos de dudas en Europa hace falta más política.
Con los ataques de los denominados "mercados" a las bolsas y deudas europeas, se esconde una insaciable voracidad de unos cuantos.
Y además los fondos especultativos son totalmente contradictorios. Piden que no haya déficit, pero que se reactive el consumo, piden despidos más baratos pero que la gente gaste el parné en cosas que las empresas puedan producir. Piden reducir impuestos y resulta que son atacados países paradigma de la ultraliberalidad con impuestos superreducidos.
Antiguamente las bolsas se regían por los resultados de las empresas que cotizaban y los dividendos expectantes que éstas podían ofrecer. Hoy en día el monstruo de los mercados es un ser con vida propia que necesita siempre carroña para retroalimentarse.
Es evidente que el euro tiene un déficit político. La segunda moneda más fuerte del mundo sólo está controlada por el BCE, sin una política fiscal ni directriz económica común. A los "mercados" alguien tendrá que decirle que ya basta.
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