CHA ASAMBLEYA

Ha pasado la VIII Asambleya de CHA.
En ella he tenido un sentimiento contradictorio.
La palabra estrella ha sido "renovación". Lo cierto es que todos los que asistimos éramos conscientes de que la renovación era necearia. Pero el problema vino del alcance de la renovación.
O mejor dicho, ... qué es lo que se entendía por renovación.
En primer lugar, tengo que decir que para mí hubo dos partes bien diferenciadas:
- La primera parte en la que se debatieron las enmiendas, con ideas, propuestas, proyectos, diálogo, democracia y votación, ... En esa parte, creo que todos nos sentimos a gusto a pesar de que las votaciones gustaran más o menos. Incluso se puso esa guinda necesaria que fue la elección de la presidenta. Ambas reunían valores transferibles al proyecto de Chunta. En Daroca dije que "un resultado del 60 - 40 sería un desastre", y me preguntaron ¿por qué? Pues muy sencillo, porque los del 60 se verían defraudados y los del 40 se sentirían triunfadores, y como no se solventase el tema resultaría el principio de una división. El resultado todavía abundó lo previsto: 55 - 43. A partir de ahí, muchos en los pasillos albergábamos la esperanza de que se resolvería el tema si se era consciente de que había que llegar a un acuerdo.
- La segunda parte fue decepcionante. Ello por varios motivos. Ambas partes tenían que haber previsto el resultado, y nada más conocer el resultado del Comité Nazional (75-25) nombrar una comisión conjunta y sentarse a negociar para tener resuelto el tema a las 11,00 h. del domingo. Se hizo lo contrario: a las 11,00 comenzaron a negociar, manifestando a nuestros invitados la división interna que sufríamos y no llevando el resultado final a ninguna parte. Todos los que estábamos en los pasillos y que esperábamos una negociación veíamos como no se producía ningún avance. Algunos lo solucionaron cumpliendo el expediente, otros sacando pecho. Creo que hubiera sido más razonable salir dejando todas las butacas vacíasy esperar a que se llegase a un acuerdo, pidiendo disculpas a los invitados por el tiempo de espera. Las cantidades no son reales, que ambas partes mediten, y que nadie demonice a nadie. A Bizén, Chesús Bernal, José Antonio Acero, etc... hay que reconocerles su trabajo durante años. Pero deben éstos reconocer el trabajo de muchos militantes de base dando mucho de su tiempo y su trabajo a cambio de nada. Todos han tenido que ver en el éxito o fracaso del partido. La realidad no es de un 55-43. Tampoco de un 75-25. Y la verdad es que el fondo del proyecto une a todos, dentro de los matices y la pluraridad ideológica del partido. Pero hemos de saber encontrar mecanismos para que todos los "sectores" se sientan integrados, y con los mecanismos actuales se pueden ofrecer puentes de entendimiento, pero también se pueden cortar cortar.
- A Nieves y a Lola les tengo mi mayor aprecio. Se ha producido la paradoja de que a Lola no la conocía hasta esta asambleya, mientras que a Nieves sí, y a esta última le tengo bastante admiración (aunque no se lo he manifestado). Sin embargo, lo que se discutía en esta Asambleya no es ni una ni otra en cuanto a lo ideológico (creo que son bastante parecidas en este aspecto, como nosotros). Se trata de repensar maneras de hacer. Y ahí es donde ambas candidatas, o representantes de ambas, se tenían que haber puesto de acuerdo. Porque al final pienso que no se trataba de tener más o menos puestos en el Consello (uno o dos más o menos, siempre en minoría para una de las partes), sino de cómo se va a acometer el futuro.
- La organización ejecutiva (logística en el sentido amplio, acreditaciones, residencia, comidas y cenas, atención al público, a invitados, ...) debe mejorarse. (Y bastante).