lunes, 13 de abril de 2009

VERMÚ REPUBLICANO

Mañana se celebra el día de la República.
Independientemente de la consideración sobre si hoy en día tiene sentido o no que las monarquías gobiernen en un país, independientemente de que las haya mejores o peores. Recordemos que hay países que tienen monarquías absolutas que de otra manera se denominan dictadores. En las monarquías parlamentarias, de carácter democrático, la única institución prescisamente no democrática es la propia monarquía, que es la principal garante del estado.
Soslayemos también el personalismo. Hay más juancarlistas que monárquicos, se suele decir. Pero,... si por una circunstancia, el carácter del actual rey fuera otro, ¿qué seríamos? También es posible que si durante un tiempo hubiéramos elegido de presidente de España a José María Aznar, hubiera sido como una pesadilla bushiana. (Y no creáis que no lo intentó, acordaros de la boda de su hija, que superó a la de los propios reyes).
Tambien, a fuerza de ser sinceros, falta todavía que cale en la conciencia colectiva la república como forma de gobierno, y no sólo entre el pueblo, sino también entre ciertos políticos, especialmente de la derecha rancia que todavía no ha pasado por los ideales de la revolución francesa. No olvidemos que Franco no fue monárquico, y la gente recuerda con alivio y agradecimiento la intervención del rey el señalado día de la chapuza golpista. Pero no olvidemos que cada día se descubren más cosas: la confianza del rey en Suárez estaba totalmente debilitada los días previos al 23-F, el propio rey tenía al general Armada como consultor de cabecera y sólo una llamada casual entre la Zarzuela y la acorazada desbarató el golpe, que hubiera sido otra cosa si se presenta el general en el palacio del rey y transmite a los suyos una idea equivocada. En fin. No se puede dejar los destinos de un país a un cúmulo de casualidades, por mucho que en verdad nos favorecieran y agradezcamos las posiciones reales en ese momento.
Por otra parte, los que creemos en una república federal (de verdad) echamos más de menos la incorporación de las banderas nacionales del Estado Español dentro de los símbolos transmitidos. Hístóricamente durante la República fue así. No olvidemos que se llegó a aprobar un estatuto de autonomía de Aragón, junto a Euzkadi, Catalunya y Galicia.
Hay quien quiere una república aragonesa, al igual que algunos catalanes desean la suya. Nos falta todavía mucho tiempo de madurez: tenemos una burguesía (la aragonesa) muy distinta a la catalana, que siempre ha mirado hacia Madrid más que a su propio territorio, y cuando ha mirado a éste lo ha hecho siempre avergonzándose de su origen. Llevamos muchos años de retraso en ese sentido.

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